El teléfono, el e-mail e incluso los compañeros de trabajo forman parte de eso que conocemos como ‘’ladrones de tiempo’’. Aunque sucede de forma común y lo tenemos prácticamente integrado en nuestro día a día, no deja de suponer una pérdida de nuestro valioso tiempo, provocándonos estrés y sensación de frustración.Estos ladrones de tiempo no podemos evitarlos, pero sí gestionarlos de la mejor forma posible con los siguientes consejos:
- Prioriza. Intenta gestionar tus tareas según la urgencia que conlleve cada una de ellas. Las menos importantes, podemos dejarlas para las horas con mayores interrupciones.
- Concéntrate. Cada vez que interrumpen tu trabajo pierdes un tiempo muy valioso intentando retomar lo que estabas haciendo al no tener claro dónde te habías quedado o por dónde volver a empezar, así que respira, tómate un par de minutos y organízate.
- Cuidado con el e-mail. Pese a que muchas veces es una herramienta clave en nuestro trabajo, debemos intentar responder de inmediato sólo a aquellos correos que son realmente importantes.
- El teléfono. Puede ser nuestro aliado o convertirse en un enemigo. Intenta atender únicamente las llamadas más urgentes. Siempre pueden dejarte el recado para que devuelvas la llamada cuando estés disponible.
- Los compañeros. Es imprescindible tener un buen ambiente de trabajo con los compañeros. Sin embargo, esto puede tener su parte negativa, y es que nos entretengan en exceso y aminoren nuestro ritmo de trabajo. Ante este tipo de situación, propón tomar una cerveza al salir del trabajo para poneros al día con respecto a temas personales con tranquilidad.
Las interrupciones son probablemente uno de los enemigos más feroces de la productividad y tienen un gran impacto en tu rendimiento diario. Por ello, desde Corvan te recomendamos sentar unas reglas y cumplirlas en tu beneficio personal y profesional.